Juan Ariel Jiménez
Santo Domingo, RD.
Desde inicios del año pasado la familia dominicana ha vivido uno de los períodos más difíciles de deterioro de su poder adquisitivo, pues mientras los salarios se han mantenido prácticamente estancados, los precios de casi todos los bienes y servicios han subido sin control.
Ante esta situación, a inicios del año 2022 el gobierno dominicano dispuso una serie de medidas para frenar el descontrol inflacionario, siendo una de las más efectivas el congelamiento de los precios de los combustibles. Aunque muchos economistas pudieran criticar la eficiencia y equidad de dicha disposición, pues beneficia mayormente a las personas de altos ingresos, la verdad es que fue la decisión más importante en el combate de la inflación actual.
A modo de ejemplo, en enero del presente año el petróleo WTI promediaba un precio de 83 dólares el barril, que llevado a pesos dominicanos usando el tipo de cambio promedio del mes arroja un estimado de 4,787 pesos el barril. En esos momentos el costo de la gasolina regular estaba en 261 pesos. Pero el petróleo fue aumentando y alcanzó los 115 dólares el barril en junio, siendo su equivalente en moneda local 6,286 pesos el barril. Ese mes el precio de la gasolina regular se fijó en 274.5 pesos, para un aumento de apenas 13.5 pesos en comparación con enero 2022, a pesar del fuerte incremento en el costo del petróleo.
Sin embargo, desde el promedio mensual máximo de 115 dólares el barril en junio, el costo de la gasolina, los fletes marítimos y el dólar ha venido disminuyendo, por lo cual la medida de congelar los precios en este momento ya no beneficia a los ciudadanos. Por el contrario, las estimaciones nos dicen que es hora de pensar en una importante reducción del precio de los combustibles.
En los primeros días de este mes de septiembre el precio promedio del petróleo fue de 87 dólares el barril, 28 dólares menos que el precio alcanzado en junio de este año. El costo de los fletes internacionales ha descendido a menos de la mitad de lo registrado en junio, alcanzando incluso un precio menor a su promedio histórico. De igual forma, en este período el peso dominicano se ha apreciado un 3% con respecto al dólar. No obstante, todavía en la actualidad el precio de la gasolina está a niveles de junio 2022, a pesar de la significativa reducción de costos.
Volviendo a los ejemplos, usando el precio del petróleo en pesos para incorporar tanto la reducción del costo del petróleo como la apreciación cambiaria, el barril de petróleo en la primera semana de septiembre ha costado 4,623 pesos, el menor precio de todo el año 2022, por lo que no resulta razonable que se mantenga la gasolina, el gasoil y los demás combustibles en los precios más altos del año.
De hecho, mirando hacia atrás, el precio del petróleo en pesos (usado para fines ilustrativos) en la actualidad es similar al precio promedio de septiembre de 2013 cuando el petróleo costaba 106 dólares y el tipo de cambio promedio era de 42.6 dólares. En ese entonces el galón de gasolina regular costaba 248 pesos, significativamente menor a los 274.5 pesos que cuesta actualmente.
Visto desde otro ángulo, dado que al gobierno le gusta mucho usar las comparaciones internacionales, muchos países del continente americano ya han bajado el precio de los combustibles, siendo Brasil, Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, Panama, Perú y Uruguay algunos ejemplos.
A modo de propuesta, sugeriría al gobierno iniciar una reducción paulatina del precio de los combustibles, comenzando con los precios que más afectan a la familia dominicana: el precio de la gasolina regular y del gasoil regular.
De mantenerse el costo del crudo registrado en días recientes, estaríamos pagando un petróleo en pesos un 3.4% más barato de lo que costaba en enero del presente año, por lo que si fuésemos a usar enero 2022 como referente, el galón de gasolina debería costar 267 pesos y el gasoil regular 213 pesos.
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